she, always she...
Creo que me he enamorado. Perdón, no lo creo. Me he enamorado. Lo sé, y así lo siento en lo más profundo de mí. Pudiera parecer sorprendente, extraño, irreal, algo surgido de un día para otro, pero sólo en la forma en la que los sentimientos toman conciencia, pues en verdad supongo que he estado enamorado desde el primer dia que nuestros caminos se cruzaron, aunque no halla sido hasta ahora cuando me he dado cuenta de ello. En parte porque las puertas que están cerradas no son puertas para mí sino muros vacios, y por tanto ni tan siquiera me planteo la posibilidad de intentar abrirlas. Y de repente he topado con la puerta entreabierta y sin cerrojo.
Estoy asustado, porque creo que nunca en mi vida he llegado a sentir algo tan fuerte como lo que estoy sintiendo. Perdón de nuevo, no lo creo, en mi vida he llegado a sentir algo como lo que siento por ella. Y tengo pavor porque no sé si seré capaz de sincerarme y decirle lo que siento, todo lo que llevo dentro. Porque ni la más maquiavélica de las novelas podría haber contado un argumento tan enrevesado, tan complicado. Sé que sería muy complicado, y pese a todo sé que por eso mismo podría salir bien.
Hay veces en las que me parece absurdo que ella pueda haberse fijado en mí. Y otras veces sin embargo intento creerlo, guardar ese halo de esperanza. Pequeños detalles del día a día, miradas inocentes… hay ciertas cosas que se perciben sin necesidad de explicaciones. También creo que ese algo no es sino el rescoldo de lo que son mis llamas, y sin embargo a mí me basta. No quiero correr demasiado, conozco las circunstancias, y creo que he de tener paciencia; pero tampoco quiero dejar que se me escape el instante por y para el cual podría vivir por el resto de mis dias.